En la
actualidad la comunicación ha dado un giro de 180º con el nacimiento de las
redes sociales. Éstas favorecen la interacción entre personas que, sin la
necesidad de moverse de casa, opinan, discuten y comparten todo tipo de
situaciones que les acontecen.
A priori,
la Era de Internet ha servido para ir escalando hacia un futuro más tecnológico
y avanzar en el progreso humano. Sin duda la plataforma de Internet y, por
ende, las redes sociales facilitan la vida de la población pero también es
cierto que todo es bueno en su justa medida y por ello si se abusa de algo
puede acabar pasándote factura tarde o temprano.
El uso
excesivo de Internet, el pasar casi las 24 horas del día pegados al móvil
inspeccionando las Redes Sociales suponen perdernos todo lo que tenemos a
nuestro alrededor, y a la secuela que puede dejarnos la vida virtual lo hemos
denominado Efecto Mariposa a través de las Redes Sociales.
Pensamos
que tener una cuenta en una red social nos da absoluta libertad para opinar de
todo y entrometernos en la vida de otras personas. Este mundo paralelo causado
por Internet ha creado a personas que se creen capaces de opinar sin veracidad,
simplemente porque se encuentran seguros detrás de una pantalla. También ha
dañado el derecho a la intimidad pues ahora cualquier persona que quiera saber
sobre ti escribe tu nombre en un buscador de Internet y enseguida le saldrán
miles de resultados que le acercan a ti.
¿Hemos
acabado con la vida privada? Quizá el resultado no es tan drástico pero es
cierto que cada publicación que hagas en Internet, cada situación que compartas
con tus contactos virtuales son pasos que están vendiendo tu intimidad. Lo más
recomendable en el uso de las redes sociales es subir solamente lo justo y
necesario. Está bien que quieras mostrar algún acontecimiento especial pero
tienes que tener en cuenta que nada de lo que publiques atente contra los
derechos humanos, vida privada y sobre todo que nunca afecte a los derechos del
menor. También es recomendable no estar publicando constantemente todo lo que
hagas pues al final cualquier persona puede saber sobre tu vida sin la
necesidad de crear una red de espionaje.
El simple aleteo de una mariposa puede
cambiar el mundo pero también cualquier acto que realices en las
redes sociales puede determinar un cambio en tu vida. Una simple fotografía, un
comentario desafortunado o un simple mensaje que ha sido leído fuera de
contexto puede generar una serie de dudas, celos y sospechas en tus relaciones
sociales que acaban por estropearlas y en el peor de los casos acaban con ellas
definitivamente.
Acción,
reacción, repercusión son las tres palabras claves que definen las redes
sociales y en la actuación que ejerzas en la primera dependerá el transcurso de
las otras dos. Recuerda que solamente tú eres el dueño de tu destino y de tus
decisiones dependerá el rumbo que tomará tu vida.
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